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Flora en la Hoya de Guadix

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Recuerdos de la primavera pasada en la Hoya de Guadix (Granada) , recorriendo esos paisajes espectaculares con cámara en mano en busca de su riqueza botánica. La comarca de Guadix está claramente delimitada por una serie de cadenas montañosas, siendo la más simbólica el macizo de Sierra Nevada.

Atardecer en la Hoya de Guadix
Atardecer en la Hoya de Guadix

 

Una hoya creada hace 5 millones de años con el aporte de sedimentos que iba colmatando la cuenca endorreica (Una gran cuenca sin salida al mar) formada en el plegamiento alpino (6 millones de años). Hasta que la cuenca colapsó y se conectó con el Guadalquivir. Aquí es cuando la erosión entra en juego y crea el paisaje actual. Propuesta para Geoparque por la UNESCO.

 

Terrero característico en Guadix
Terrero característico en Guadix

 

Terreno tosco y duro pero que el ser humano ha sabido sacar provecho a través de la ganadería, el esparto y la agricultura. Asentados desde antiguo en el patrimonio geológico del lugar, como son las famosas casas cuevas, seña de identidad.

Paisaje en Guadix

Vistas de Guadix
Vistas de Guadix

 

Actualmente tiene un gran patrimonio natural que primavera tras primavera nos recorremos, pudiendo ver la evolución de ciertas especies, por ejemplo en el caso del Sisón común (Tetrax tetrax) que hemos comprobado su disminución hasta el punto de desaparecer en ciertas zonas.

O los pinares de pino carrasco (Pinus halepensis), plantados entre la décadas de los 70 y los 90 del siglo pasado, que hemos ido observando como menguan y se secan año tras año.

En cuanto a la flora la biodiversidad vegetal es muy extensa y cambiante a lo largo de la estaciones. Las grandes arboledas han ido transformándose en dehesas, y encinas, coscojas, enebros y sabinas han ido desapareciendo para dar lugar a retamales, tomillares, espartales y pinares de repoblación, choperas y vegetación de ribera en ramblas y arroyos. Entre estos ecosistema nos hemos encontrado auténticas joyas botánicas como los endemismos que nos encontramos en la zona de estudio: Limonium alicunense y Haplophyllum bastetanum que sólo se conocen poblaciones en la Hoya de Guadix, y la crucífera Clypeola eryocarpa, extinguida en otras regiones de la Península.

Entre los géneros que abundan son Halimium, Astragalus, Genista, Hammada, Centaurea, Helianthemum, Salvia, Stipa, Retama, Rosmarinus, Fumana, Sideritis, Jurinea pinnata, Launaea, Frankenia… Asociado a esta comunidad vegetal existen multitud de insectos, entre los que sin duda han destacado este año de abundante floración los polinizadores.

Una tierras de contrastes que ofrece al amante de la botánica valles verdes, vegas y cultivos de secano, espartales y desiertos, bosques y dehesas, ramblas rojas y ríos verdes.

salvia lavandulifolia
Salvia lavandulifolia

 

Insecto palo
Tejado de Sedum
Tejado de Sedum
Campo de amapolas
Campo de amapolas

Más información sobre esta interesante región:

Altiplano estepario. Ambientes semiáridos del suroeste andaluz

Conociendo la Hoya de Guadix

De aves por el Altiplano granadino

Aves vistas en la Hoya de Guadix

Naturaleza en Guadix

Una pareja de Milano negro cría en Granada

Vídeo promocional Geoparque del Cuaternario, valles del norte de Granada

De Aves por Marruecos IV. Bosque mediterráneo

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junto a una tortuga mora
Viendo la vida pasar junto a una tortuga mora

       Es bastante común que, contando nuestras aventuras en busca de aves por Marruecos a profanos en materia de viajes y ecosistemas, nos miren con cara de locos y sin entender nada cuando hago referencia a los bosques visitados y a la alta montaña con nieve. Pues no, no es solo desierto árido como muchos piensan, en artículos anteriores hemos visto que nos adentramos en densos bosques, subimos a la alta montaña marroquí entre neveros, recorrimos oasis y humedales, costeamos y vimos gaviotas de Audouin anilladas en Tarragona. Y sí, estuvimos en desiertos, pero no es lo que nos pensamos, hay muchos tipos de desiertos con sus plantas y animales propios. Pero sin duda lo que llega a sorprender al personal es que estuvimos en bosques mediterráneos, incluso más densos y húmedos que muchos de la península.

Erosión en Marruecos
Paisaje erosionado

       La regiones mediterráneas son áreas de transición entre los climas húmedos y climas secos (Entre climas templados y tropicales). Como sabemos este clima es de tipo templado-cálido con lluvias estacionales (De escasas a moderadas y entre otoño y primavera) y los veranos secos y cálidos, con sequía sobre los dos meses unida a una intensa radiación solar. Esta son las condiciones generales del clima mediterráneo, que forma los bosques y matorrales más o menos densos que conocemos (vegetación adaptada a estas condiciones, principalmente con hojas perennes y esclerófilas, hojas pequeñas, duras y siempre verdes). Es uno de los biomas más importante del planeta, puesto que en su pequeña extensión (A nivel global) alberga una rica biodiversidad.

Pinzón vulgar
Pinzón vulgar en el Bosque de la Mamora

      Un lugar en el que teníamos especial interés era en el Bosque de la Mamora, donde domina el alcornoque (Quercus suber) y está considerado como el alcornocal más grande del mundo. Conviene conocerlo ahora, puesto que muchas amenaza se ciernen sobre él: Sobrepastoreo, poca regeneración natural, sustitución por eucaliptos y pinos, la amenaza de la lagarta peluda, recogida masiva de bellotas y talas ilegales. Es el pulmón de la zona de Rabat y el sitio de recreo por excelencia de la población. Todo esto hizo que en 2014 el gobierno pusiera en marcha ciertos proyectos de conservación.

Bosque de la Mamora
Alcornocal de la Mamora

      Una vez visto el paisaje monoespecífico alcornoques adehesados nos centramos en su fauna, a destacar la Tortuga mora (Testudo graeca), donde encontramos multitud de ejemplares de todos los tamaños. Una especie que por desgracia también es víctima del ser humano.

Tortuga mora
Tortuga mora

  Localizamos también Eslizón costero (Chalcides mionecton) y Lagartijas colirrojas (Acanthodactylus lineomaculatus). Estas especies junto con otras muy interesantes que no pudimos ver en esta ocasión hacen que sea un destino clave para los amantes de los reptiles y de anfibios en las charcas que aparecen entre el arbolado.

Tortugas moras
Tortugas moras de varios tamaños
Lagartijas colirroja
Lagartija colirroja

     En cuanto a aves destacaron las forestales, en su “versión” norteafricana: Herrerillos africanos (Cyanistes teneriffae), Pico picapinos (Dendrocopos major mauritanicus) y Pinzones vulgares (Fringilla coelebs africana), además de alguna calzada (Aquila pennata).

Herrerillo africano
Herrerillo africano
Pico picapinos (Dendrocopos major mauritanicus)
Pico picapinos

      La sorpresa nos la llevamos cuando visitamos otro enclave, con un matorral denso rico en especies botánicas, lentiscos, acebuches, gamones, jaras, coscojas, gladiolos… donde nos amaneció para ver al Francolín biespolado (Pternistis bicalcaratus), que pronto cantó cerca de nosotros. Esta especie es extremadamente huidiza, vive en este tipo de espesuras donde encuentra algunos claros y árboles donde, ocasionalmente, se puede posar. A la menor amenaza prefiere huir escabulléndose entre la vegetación. Aunque este ejemplar nos regaló una buena exhibición de reclamos para luego volarnos muy cerca. Aquí dejo una grabación de Tero Linjama, XC164133. Accesible en www.xeno-canto.org/164133 de buena calidad de un Francolín biespolado:

 Francolín biespolado (Pternistis bicalcaratus)
Francolín biespolado (Pternistis bicalcaratus)

      Satisfechos ya con nuestro encuentro con el Francolín hicimos una pequeña ruta donde vimos Herrerillo norteafricano, Totovía (Lullula arborea), Pico picapinos y Pinzón vulgar. Pero para nuestro asombro seguíamos oyendo cantar al Frankolín biespolado, hasta varios ejemplares que, posiblemente cantaban desde su percha o sobre un montículo, ya bien entrada la mañana. No quedó ahí la cosa, en nuestro regreso descubrimos una pareja alimentándose tranquilamente por el carril, donde nos recreamos disfrutando muchísimo de esta especie tan curiosa, hasta que nos descubrieron y empezaron su huida, aunque sin mucho estrés…

Frankolín biespolado
Frankolín biespolado
Totovía (Lullula arborea)
Totovía
Francolín biespolado
Francolín biespolado

     El Francolín biespolado es sedentario donde cría en puntos muy locales y reducidos de Marruecos, de ahí la preocupación por esta curiosa especie, de la que aun poco se sabe sobre su biología y comportamiento.

Frankolín biespolado
Frankolín biespolado huyendo sin mucho agobio

De aves por Marruecos. Desierto

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Segunda entrega sobre el viaje realizado a Marruecos para disfrutar de su naturaleza, especialmente buscando aves. En esta entrega de Aves por Marruecos está dedicada al desierto, a bote pronto podríamos pensar en un terreno yermo y vacío. Nada más lejos de la realidad, puesto que es un ecosistema sorprendentemente rico con numerosas especies con unas adaptaciones increíbles a sus condiciones. Además de ser un entorno clave para las migraciones de muchas aves migradoras que año tras año se atraviesan el Sáhara.

Realmente el desierto tiene una gran cantidad de hábitats y geomorfología bien definidos. Atravesamos cordilleras montañosas así como áreas de llanuras.

En las áreas del desierto se incluyen dunas desérticas (erg), desierto de grava (reg), desierto de roca (hamada) y valles secos (wadis). Las áreas de vegetación densa corresponden principalmente a oasis.

Vegetación almohadillada
Vegetación almohadillada

La primera mañana que disfrutamos del desierto y sus aves fue al amanecer en Er-Rachidía, en dirección sur. Donde admiramos desde un punto elevado la extensión del palmeral del Río Ziz, un largo río que nace en el Atlas Medio y, tras 282 kilómetros, desaparece en el desierto del Sáhara en Argelia. Este río ha sido clave en los pasos y transporte a través de estas montañas.

Aquí empezamos a ver otro tipo de aves como las primera Terreras saharianas (Ammomanes deserti), en su hábitat de preferencia, como son los desiertos pedregosos, no suele verse en terrenos llanos y arenosos. Como buena representante de la familia de las «alondras» es un pájaro marrón de plumaje muy críptico. En guías se lee que se alimenta principalmente de semillas y de insectos en época de cría, pero como curiosidad pudimos contemplar a una terrera capturando un pequeño geco.

Terrera sahariana
Terrera sahariana (Ammomanes deserti)

El mamífero que más nos llamó la atención, precisamente por su llamada de alarma, fue la Ardilla moruna (Atlantoxerus getulus). Una ardilla terrestre de costumbres muy sociales, y como la mayoría de mamíferos gregarios, se ha visto una estructura social bien definida. Los individuos que vigilan al grupo desde una atalaya elevada fueron los que dieron la voz de alarma de nuestra presencia. Van a elegir siempre hábitat pedregosos y muros de roca, donde además buscan calentarse al sol, puesto que es una especie muy térmica, prefiere desarrollar su actividad a las horas más calurosas del día.

Ardilla moruna
Ardilla moruna (Atlantoxerus getulus)

 

Nuestro camino nos llevó hasta Erfoud donde nos desviamos de nuestra ruta para explorar otra zona muy interesante, algo de matorral y plantas rastreras, donde vimos muchas aves reponiendo energía después de atravesar el Sáhara: Alcaudón real, Mosquitero papialbo y Terreras comunes.

Pudimos observar la subespecie del Alcaudón real (Lanius meridionalis algeriensis). Y por la zona comenzamos a ver especies nuevas: Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus) y la Alondra ibis (Alaemon alaudipes).

Camachuelo trompetero
Camachuelo trompetero

 

Llegamos a otra zona para explorar con el telescopio terrestre y nuestra sorpresa llegó entre los arbustos: una Curruca de Tristram (Sylvia deserticola). Especie que suele criar en las Montañas del Atlas incluso a 1.600 metros de altura, y pasa el invierno al sur, hasta el mismo borde del desierto, aunque su preferencia son los matorrales áridos.

Curruca de Tristram (Sylvia deserticola)
Curruca de Tristram (Sylvia deserticola)

Una de las especies más interesante que vimos y, a nivel personal, preciosa es la Alondra ibis. Con un pico muy especializado, recuerda en su forma de alimentación a la Abubilla. Es un aláudido grande que, como curiosidad, construye un nido verdadero con raíces, ramitas e hierbas en el que realiza una puesta al año, incubando ambos miembros de la pareja.

Alondra ibis
Alondra ibis

Tuvimos la suerte de observar a muy poca distancia la parada nupcial de la Alondra ibis, el macho cantando a pleno pulmón hasta que, de repente, salta volando al aire batiendo las alas para luego descender con las alas plegadas hacia el mismo posadero.

Alaemon alaudipes
Alaemon alaudipes

Aquí es donde nos encontramos con los Cuervos desertícolas (Corvus ruficollis), el córvido más abundante del verdadero desierto y, por supuesto el paseriforme más grande del verdadero desierto.

Se diferencia muy bien de los nuestros por su aspecto físico, con la cabeza y cuello de color de negro a marrón, y un poco más pequeño que el Cuervo (Corvus corax).

En esta zona con abundantes cortados y colinas rocosas es donde tuvimos la suerte de disfrutar del Búho del desierto (Bubo ascalaphus), precisamente los cuervos fueron los que delataron su presencia. Al Búho del desierto también se le conoce como búho faraón, como lo conocen en inglés, ya que incluso se ha visto criando en las mismas paredes de las pirámides. Normalmente lo hace en huecos de árboles, en cortados o nidos abandonados de otras aves.

Búho y cuervos
Búho del desierto molestado por cuervos

El Búho del desierto se trata del super depredador del desierto, una rapaz oportunista que caza roedores, lagartos o, incluso, otras aves, pero lo que domina su dieta son los artrópodos que superan el 50% de su alimentación.

Búho del desierto (Bubo ascalaphus)
Búho del desierto (Bubo ascalaphus)

 

Seguimos nuestro camino hacia el sur hasta llegar a Merzouga pasando por Rissani, hasta llegar a sus famosas dunas: Erg Chebbi, el único Erg de Marruecos. Mientras llegábamos al destino íbamos a paso de ornitólogo, como no podía ser de otra manera, así seguíamos viendo Terreras saharianas, Alondras ibis, Alcaudones comunes, Cernícalos primillas, Terreras comunes… Así como las primeras Terreras colinegras (Ammomanes cinctura) y Gangas moteadas (Pterocles senegallus). También nos sobrevoló por sorpresa un Halcón borní (Falco biarmicus) con su vuelo directo y horizontal. El lugar donde llegamos fue el elegido para contratar un guía y que nos llevara a explorar nuevas zonas en busca de aves, lugares a los que no podíamos acceder con nuestro coche. Gracias a nuestro guía ornitológico vimos al Chotacabras egipcio (Caprimulgus aegyptius), a la Curruca sahariana (Sylvia deserti) y al Gorrión sahariano (Passer simplex).

Chotacabras egipcio (Caprimulgus aegyptius)
Chotacabras egipcio (Caprimulgus aegyptius)
Gangas moteadas
Gangas moteadas

El Chotacabras egipcio es un ave que difícilmente lo hubiéramos localizado sin la ayuda del guía, totalmente mimetizado con el entorno, junto a rocas en terreno arbustivo con arbustos dispersos, por eso su plumaje es mucho más claro que el del Chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis), y como nuestro chotacabras se alimenta de insectos que captura al vuelo, principalmente al crepúsculo.

Caprimulgus aegyptius
Chotacabras egipcio

Luego buscamos por ramblas pedregosas con un poco más de suelo donde crecían algo más de vegetación hasta que dimos con la Curruca sahariana (Sylvia deserti), una pequeña ave de comportamiento similar a los miembros de su familia, aunque con un plumaje muy discreto: parte superior del cuerpo de color ocre y la zona inferior blanquecina. Lo que más destaca es su mirada, los ojos con el iris amarillo intenso.

 Curruca sahariana (Sylvia deserti)
Curruca sahariana (Sylvia deserti)

El Gorrión sahariano (Passer simplex) lo localizamos en una pequeña granja, donde están acostumbrados a acudir a la comida de las gallinas y a los bebederos. Es una especie vinculada al Sáhara, la zona de Merzouga es donde encuentra su distribución más norteña, pero por desgracia se encuentra en claro retroceso.

Gorrión sahariano (Passer simplex)
Gorrión sahariano (Passer simplex)
Passer simplex
Gorrión sahariano macho

 

Otro día lo destinamos al Tagdilt Track, una serie de carriles que conectan la carretera principal con el pequeño pueblo llamado Tagdilt. Aquí vimos Cogujadas montesinas (Galerida theklae), Busardo moro (Buteo rufinus), Camachuelos trompeteros (Bucanetes githagineus), Collalbas desérticas (Oenanthe deserti), Terreras saharianas (Ammomanes deserti), Alondras ibis (Alaemon alaudipes), Collalbas culirojas (Oenanthe moesta) en abundancia. Además de nuestros primeros Corredores saharianos (Cursorius cursor), Alondras cornudas saharianas (Eremophila bilopha) y Calandria picogorda (Rhamphocoris clotbey), por desgracia en el lugar más feo e insaluble de todo el viaje.

 Calandria picogorda (Rhamphocoris clotbey)
Calandria picogorda (Rhamphocoris clotbey)
Alondra cornuda sahariana
Alondra cornuda sahariana (Eremophila bilopha)
Corredor sahariano
Corredor sahariano

Bastantes individuos vimos de Corredor sahariano durante todo el día, un ave de la familia de las Canasteras, incluso recuerdan a ellas cuando vuelan. Un ave que ya ha llegado a criar en Andalucía, en Almería y en Granada, hecho que pone de manifiesto un claro proceso de aridez y cambio climático en nuestra región.

Cursorius cursor
Corredor sahariano​ (Cursorius cursor)

 

Tiene unas patas adaptadas a la carrera (De ahí su nombre) muy largas, además se ayuda de ellas para localizar a posibles peligros, de forma que se pone casi de puntillas y el cuerpo erguido para poder observar sobre los pequeños arbustos.

 

Alondra ibis
Alondra ibis cantando

 

 

 

 

 

Galería de imágenes de la Cordillera del Atlas

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Galería de imágenes relacionadas con la primera entrada sobre el viaje alrededor de la Cordillera del Atlas en Marruecos. Primera visita al norte de África.

En total, las especies de aves vistas en las paradas y rutas realizadas a lo largo de la Cordillera del Atlas fueron: Águila calzada, Milano negro, Busardo moro, Cernícalo vulgar, Chova piquirroja, Chova piquigualda, Alondra cornuda del Atlas, Carbonero garrapinos, Carbonero común, Reyezuelo listado, Colirrojo diademado, Colirrojo real, Colirrojo tizón, Mirlo común, Zorzal charlo, Lavandera cascadeña, Escribano montesino, Escribano soteño, Pinzón vulgar (Fringilla coelebs subespecieafricana), Camachuelo alirrojo, Piquituerto común (Loxia curvirostra poliogyna), Gorrión chillón, Roquero solitario, Cigüeña blanca, Escribano saharianoVencejo moroBulbul naranjero, Tórtola turca, Tórtola senegalesa, Urraca común (Pica pica mauritanica), Gorrión común, Avión roquero, Carraca, Cogujada magrebíAvión isabelino, Alcaudón común, Camachuelo trompetero, Alcaudón real, Tarro canela, Focha común, Cerceta pardilla, Abubilla, Cuervo, Collalba negra, Collalba gris, Collalba rubia, Collalba culirrojaCollalba desertícolaCollalba gris de Seebohm, Terrera común, Pardillo común, Cernícalo primilla, entre otras. Destaco las especies objetivo que por primera vez he visto en negrita.

En cuanto a la botánica sobresalen por su belleza los ejemplares milenarios de enebro (Juniperus oxycedrus) y de sabina mora (Juniperus phoenicea subsp. phoenicea). Espectaculares creciendo en condiciones tan extremas. Otro ecosistema sensacional ha sido el bosque de Cedros (Cedrus atlantica), mezclados con acebos, alcornoques, encinas, robles, quejigos… Al igual que los bosques de Pinsapos (Abies pinsapo var. marocana). Estos bosques se van aclarando para dar lugar a zonas más pedregosas con vegetación de piornal, principalmente Cytisus balansae subsp. balansae y Cytisus balansae subsp. atlanticus, además según en qué altura y orientación nos encontremos aparecerán Bupleurum spinosum, Erinacea
anthyllis, Thymus gadorensis. 
Vegetación que comparte con la región bética de la Península Ibérica, en piso supramediterráneo.

De aves por Marruecos. Atlas marroquí

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Primera entrada sobre la expedición por gran parte de la geografía marroquí en busca de naturaleza, principalmente aves y plantas. El viaje lo realizamos Carlos Rossi (Sierra Morena Oriental), Alberto Benito (Pajareando por Cantabria) y un servidor durante ocho días explorando montañas, bosques, desiertos, oasis…

Cordillera del Atlas

Iniciamos nuestras aventuras en Ifrane, recorriendo el Atlas Medio una región perteneciente al macizo del Atlas con una gran riqueza botánica y faunística. A destacar el bosque de cedros (Cedrus atlantica) que normalmente forma rodales con encinas (Quercus ilex subsp. ballota), roble andaluz (Quercus canariensis), quejigos (Quercus faginea) y acebos (Ilex aquifolium).

Estos son uno de los pocos hábitats que quedan para el macaco de berbería (Macaca silvanus). Actualmente es de los pocos lugares donde sobrevive, encontrándose en peligro de extinción. Entre sus problemas principales está la destrucción de su ecosistema y el tráfico ilegal, hasta el punto de ser el mamífero dentro del convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) más decomisado en Europa. Se trata de la única especie de primate que se encuentra al norte del Sahara y está considerada como la especie de macaco (De las 22 existentes) que a más tipos de climas se ha adaptado.

Macaco de Berbería Macaca silvanus

Una curiosidad sobre los grupos familiares de macacos que viven en la zona más turística es que tienen comportamientos muy diferentes a los grupos que viven en lo más profundo del bosque. Se ha visto que se levantan más tarde y saben los horarios de máxima afluencia de turistas.

Macaco de BerberíaMacaco de Berbería

Además del macaco, estos bosques son hábitat de otra especie muy interesante: el Pito de Levaillant o Pito real bereber (Picus vaillantii), muy similar al pito real ibérico (Picus sharpei). Como buen pícido es muy esquivo y difícil de observar bien por su costumbre de ir rodeando el tronco del árbol evitando exponerse a la vista. Y aun más en los densos bosques de altos cedros.

Visitamos también el gran lago Aguelmane Sidi Ali, limitando al sur con el Medio Atlas, situado a 2.100 metros, con unas 400 hectáreas y una profundidad de 36 metros. En sus alrededores se localiza un extenso humedal, vegetación arbustiva en piornal, zonas aclaradas de cedros, encinas y ejemplares enormes de sabinas, algunas milenarias. Y entre toda esta vegetación la cordillera del Atlas Medio alberga hasta 237 especies de plantas endémicas.Bosques de cedros

En este entorno es donde disfrutamos del Tarro canelo (Tardona ferruginea), aunque a lo largo de los días seguiríamos viendo a esta especie, es aquí donde la densidad de individuos nos sorprendió. Es una anátida muy curiosa por su color canela anaranjado, además existe poco dimorfismo sexual entre machos y hembras. Su ritual de cortejo es inusual entre las anátidas: el macho se lanza desde gran altura con las alas desplegadas y emitiendo un fuerte graznido.

Tarro canelo

Aquí tuvimos la primera observación de la Alondra cornuda del Atlas (Eremophila alpestris), una especie preciosa, con un diseño facial único, con franjas negras que atraviesan y rodean la cara con un fondo amarillo. Lo que da el nombre a la especie son sus dos penachos de plumas que sobresalen del píleo, mucho más patentes en el macho con el plumaje de verano.

Alondra cornuda del Atlas

 

 

Desde ahí continuamos hacia Er-Rachidia se atraviesan varias mesetas calcáreas semiáridas y pasando por el plegamiento el Medio Atlas, un paraíso para el geólogo: Paisajes kársticos, áreas de interés volcánico y profundas gargantas. Algunos días más tarde nos adentramos en profundidad en el Alto Atlas, desde Marrakech hasta Oukaimeden, a unos 2.600 metros de altura. Aquí comenzó nuestra ascensión por este valle glacial para ver aves de altas alturas como la Chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus) y el Camachuelo alirrojo (Rhodopechys alienus), ambas especies muy gregarias en estos momentos. Además de la Alondra cornuda del Atlas, Cernícalo vulgar, Ratonero moro, Colirrojo tizón, Colirrojo diademado o Chova piquirroja, entre otros.

Colirrojo diademado
Chovas piquirrojas

 

El camachuelo alirrojo era una de las especies que queríamos ver en este lugar, y lo hicimos prácticamente durante toda la ruta. Es un fringílido endémico de estas cordilleras, se trata de un pequeño ave marrón donde destaca el píleo negro y garganta rosa con plumas rosadas en alas y cola. Solo la encontramos en el Atlas, a gran altura, en un hábitat desarbolado con poca vegetación rastrera.Camachuelo alirrojo

Al descender en altura desde matorrales xerófilos almohadillado y espinosos de alta montaña se empiezan a ver los bosques de ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata), enebrales (Juniperus oxycedrus), sabinales (Juniperus thurifera y Juniperus phoenicea), además de grandes bosques de cedros y pinares de pino carrasco (Pinus halepensis), pino negral (Pinus pinaster subsp. hamiltoni) o  Pinus pinaster var. maghrebiana. En este entorno es donde podemos encontrar al Piquituerto en su subespecie norteafricana: Loxia curvirostra poliogyna

Piquituerto común africano

Árbol milenario

En total, las especies vistas en las paradas y rutas realizadas a lo largo de la Cordillera del Atlas fueron: Águila calzada, Milano negro, Busardo moro, Cernícalo vulgar, Chova piquirroja, Chova piquigualda, Alondra cornuda del Atlas, Carbonero garrapinos, Carbonero común, Reyezuelo listado, Colirrojo diademado, Colirrojo real, Colirrojo tizón, Mirlo común, Zorzal charlo, Lavandera cascadeña, Escribano montesino, Escribano soteño, Pinzón vulgar (Fringilla coelebs subespecie africana), Camachuelo alirrojo, Piquituerto común (Loxia curvirostra poliogyna), Gorrión chillón, Roquero solitario, Cigüeña blanca, Escribano sahariano, Vencejo moro, Bulbul naranjero, Tórtola turca, Tórtola senegalesa, Urraca común (Pica pica mauritanica), Gorrión común, Avión roquero, Carraca, Cogujada magrebí, Avión isabelino, Alcaudón común, Camachuelo trompetero, Alcaudón real, Tarro canela, Focha común, Cerceta pardilla, Abubilla, Cuervo, Collalba negra, Collalba gris, Collalba rubia, Collalba culirroja, Collalba desertícola, Collalba gris de Seebohm, Terrera común, Pardillo común, Cernícalo primilla, entre otras. Destaco las especies objetivo que por primera vez he visto en negrita.

Sabina solitaria

 

 

Alto Atlas

 

 

 

 

 

De aves por la costa de Cartagena

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De aves por la costa de Cartagena. A finalizar febrero viajamos a Cartagena (Murcia) para reencontrarme con los espacios naturales que frecuentaba cuando trabajaba allí. Lo mejor de todo es que el entorno del Mar Menor, San Javier, la Manga, Cabo de Palos… lugares donde las aberraciones urbanísticas hacen que el personal se concentre en determinadas zonas dando la espalda a entornos protegidos que nos recuerdan lo que pudo ser esta costa. Por este motivo mi destino turístico en esta región siempre será el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, el Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro; así como la ZEPA y Paisaje Protegido Islas y Espacios Abiertos del Mar Menor.

Costa de Calblanque
Costa de Calblanque

 

Parque Regional de Calblanque.

Es un lugar realmente puro al borde del Mediterráneo, hasta el punto de haber sido propuesto como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, pero se vio frustrado evidentemente por intereses políticos y económicos: La posible construcción de un puerto de contenedores, la ampliación de las actividades industriales de Cartagena, la reestructuración de la bahía de Portman (El mayor desastre medioambental del Mediterráneo) o la transformación del aliviadero de aguas pluviales en emisario de aguas fecales e industriales de Cabo de Palos, todo esto incompabiliza este reconocimiento internacional.

Sabina o ciprés de Cartagena
Sabina o ciprés de Cartagena

 

Curruca cabecinegra
Curruca cabecinegra en Calblanque

Este parque engloba varios ecosistemas: Dunas y arenales, ramblas, monte mediterráneo, pinares, sabinares, salinas y saladares, roquedos y acantilados. Todo esto, unido a las particularidades del clima y la orografía, hacen que encontremos numerosos endemismos botánicos, tanto propios como iberoafricanos. Alberga el único enclave de distribución de la Sabina de Cartagena (Tetraclinis articulata) y de la Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp. Carthaginensis), con una historia de conservación apasionante (Así se salva la Jara de Cartagena). Además de extensos palmitares con ejemplares bastantes grandes, y el mejor cornical (Periploca angustifolia) del litoral.

ciprés de Cartagena
Detalle de la fructificación del ciprés de Cartagena

 

Halcón peregrino
Halcón peregrino

Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro.

Es un gran humedal donde se encuentra el paso natural del Mar Mediterráneo al Mar Menor, un parque natural muy accesible y con varios observatorios de aves por todo el recorrido. Encontramos salinas, dunas móviles, pinares, carrizales y saladares, donde siguen conviviendo los usos sostenibles de las salinas y la pesca con las encañizadas con la vida silvestre. Hasta que llegó la especulación urbanística.

Flamenco en las Salinas de San Pedro
Flamenco en las Salinas de San Pedro
Zampullín cuellinegro
Zampullín cuellinegro
Gaviota picofina
Gaviota picofina

Este espacio natural cuenta con interesantes poblaciones reproductoras de Gaviota picofina, Pagaza piconegra, Charrán patinegro y Charrancito común. Así como un buen número de aves que pasan por aquí en sus rutas migratorias o permanecen durante el invierno.

Correlimos tridáctilo
Correlimos tridáctilo

 

Espacios abiertos e Islas del Mar Menor.

Esta reserva lo forma siete espacios aislados de pequeñas dimensiones a lo largo de la ribera del Mar Menor, y cinco islas de naturaleza volcánica en el interior de la laguna (Perdiguera, Barón, Ciervo, Redonda y Sujeto). Aquí encontramos numerosas especies que usan este entorno para críar (Canastera común) o pasar el invierno (Espátula común). Como especies clave se encuentran el Fartet (Lebias ibera) y el Murciélago patudo (Myotis capaccini), ambas especies en peligro de extinción

Tarro blanco en el Mar Menor
Tarro blanco en el Mar Menor
Chorlito gris en el Mar Menor
Chorlito gris en el Mar Menor

Esta zona es de vital importancia para la escasa Gaviota de Audouin (Larus audouinii), puesto que en la Isla Grosa se localiza la principal colonia de cría de Murcia y una de las más importantes de la Peníndula Ibérica, esta especie es endémica del Mediterráneo y aparece en el Libro Rojo de las Aves de España como «Vulnerable».

Gaviota de Audouin
Gaviota de Audouin

 

También encontramos una vegetación muy interesante, con endemismos propios, adaptadas a la dureza de este entorno, como son adaptaciones a la escasez de las precipitaciones y a las altas temperaturas, a la alta salinidad y la baja concentración de nutrientes del suelo. 

Flamenco al atardecer
Flamenco al atardecer

Un viaje en el que buscaba endemismos botánicos tan curiosos y preciosos como los que se encuentran en estas costas. Aunque, por supuesto, las aves nos acompañaron durante todo el recorrido: hasta 76 especies vistas por todos estos entornos naturales, a destacar especies como la Gaviota de Audouin, la Gaviota picofina, el Tarro blanco, la Malvasía cabeniblanca, el Flamenco común, el Correlimos tridáctilo, el Correlimos común, el Chorlitejo patinegro y el grande, la Cigüeñuela, la Espátula común, el Vuelvepiedras, el Zampillín cuellinegro, el Avión zapador, el Halcón peregrino o la Curruca rabilarga, entre otros.

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Hide fotográfico en invierno

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El Hide fotográfico del Refugio de la Serpiente se llena de aves en invierno, y es que en esta temporada las aves también acuden a los bebederos a bañarse y a beber. Aunque bajen las temperaturas, las aves necesitan cuidar su plumaje y tenerlo limpio y aseado. Además ciertas aves tienen dietas muy exigentes en agua, como la rica en piñones, fruto seco del que se alimenta casi exclusivamente el Piquituerto común (Loxia curvirostra), motivo por lo que es tan frecuente en nuestros bebederos.

Macho de Piquituerto
Macho de Piquituerto
Mirlo en pleno baño
Mirlo en pleno baño
Verderón común en el baño
Verderón común en el baño
Estornino negro
Estornino negro

 

La última sesión fotográfica nos trajo curiosidades como la gran cantidad de Mirlos comunes (Turdus merula) que acudían a bañarse, la ausencia de páridos (Como Carboneros comunes o Herrerillos), tan solo vistas pocas parejas de Carbonero común (Parus major) hacen pensar que ya se encuentran con sus quehaceres de marcar territorio, buscar pareja y visitar lugares apropiados para sus nidos, como curiosidad apareció un ejemplar sin cola. Los fringílidos sedentarios fueron comunes ya que frecuentan el comedero, en esta época muy gregarios, tan solo es escaso el Pardillo común.

Carbonero común sin cola
Carbonero común sin cola
Acentor común
Acentor común

 

Las invernantes comunes fueron el Acentor común, el Petirrojo europeo, el Reyezuelo listado, la Curruca capirotada, el Zorzal común, el Mosquitero común y el Picogordo. Pocos ejemplares en esta temporada de Pinzón real y Lúgano, sin dejarse ver con frecuencia desde el observatorio de aves.

Mosquitero común
Mosquitero común

 

Jilguero lúgano
Jilguero lúgano
La expulsión del Lúgano
La expulsión del Lúgano
Hembra de Curruca capirotada
Hembra de Curruca capirotada

 

Otras aves frecuentes han sido el Estornino negro, Mito, Escribano montesino, Escribano soteño, Curruca cabecinegra, Agateador europeo, Gorrión común así como los páridos y fringílidos comunes en el Hide del Refugio de la Serpiente.

Carbonero común
Carbonero común
Jilguero en el Refugio de la Serpiente
Jilguero en el Refugio de la Serpiente

Ruta por las lagunas del norte Málaga

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En enero hemos tenido la oportunidad de hacer un recorrido por todas las lagunas del norte de la provincia de Málaga, aprovechando el viaje hacia Granada desde Estepa que pasa por varios complejos lagunares protegidos. Con las últimas lluvias invernales nos acercamos a observar la avifauna invernante, siendo la Grulla común (Grus grus) la estrella.

Pequeño grupo de Grullas
Pequeño grupo de Grullas

 

Comenzando por la Reserva Natural de las Lagunas de Campillos una serie de lagunillas de origen endorreico: Laguna Dulce, Laguna Salada, de Capacete, de Camuñas y la laguna del Cerero. Además tiene el valor añadido de encontrarse en una zona ZEPA de aves esteparias, una de las más importantes junto con la ZEPA del Alto Guadiato (Córdoba) y ZEPA Campiñas de Sevilla (Sevilla). Enlace a la entrada dedicada a las Lagunas de Campillos.

Lagunas de Campillos

De esta zona nos trasladamos a la Laguna de Fuente de Piedra junto al núcleo urbano de Fuente de Piedra (Málaga) que le da el nombre. Humedal de vital importancia por tener la mayor colonia de Flamenco común (Phoenicopterus roseusde la Península Ibérica y la segunda colonia de Europa. Es una laguna muy estacional y con alto contenido en salinidad, algo común en todos los humedales endorreicos del interior de Andalucía.

se encuentra en una posición estratégica en el centro de la región andaluza. Su importancia ecológica se demuestra en la cantidad de especies de aves que crían aquí, unas sedentarias y otras migratorias; unas establecen sus nidos entre la vegetación halófita, otras entre los tarajes que forman auténticos bosquetes. Enlace a la entrada sobre la Laguna de Fuente de Piedra.

Tuvimos la suerte de disfrutar del baile de los flamencos en su apogeo, todo un espectáculo que no deja indiferente a ningún ornitólogo. Este misterioso comportamiento, que aún no se comprende del todo bien, asegura a los flamencos emparejarse al mismo tiempo y así tener a sus crías de forma simultánea.

El baile de los flamencos
El baile de los flamencos

 

Por último nos adentramos en la Reserva Natural Lagunas de Archidona, es una de las pocas zonas húmedas de Andalucía oriental. El conjunto lagunar está formado por dos lagunas de aguas salinas: la Laguna Grande, que no pierde el agua en verano, y la Laguna Chica. En un entorno muy interesante por el bosque mediterráneo que rodea estas lagunas.

Cuchara común macho
Cuchara común macho

Las especies de aves vistas fueron: Grulla, aguilucho lagunero, cigüeñuela común, colirrojo tizón, bisbita pratense, lavandera blanca, flamenco común, busardo ratonero, herrerillo común, carbonero común, mito, pito real, grajilla, cuervo, gaviota sobría, gaviota reidora, garcilla bueyera, mosquitero común, petirrojo europeo, ánade real, cuchara común, porrón europeo, zampullín común, focha común, gallineta común, silbón europeo, ánade friso, pato colorado, avefría europea, tarabilla europea, jilguero europeo, gorrión común, triguero, andarríos grande, cetia ruiseñor, avión roquero, cernícalo vulgar, pinzón vulgar, estornino negro, lúgano y abubilla.

Focha en Fuente de Piedra
Focha común
Mosquitero común
Mosquitero común
Colirrojo tizón
Colirrojo tizón
Tarabilla europea Saxicola rubicola
Tarabilla europea

 

 

Iris planifolia en la Sierra de Estepa

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Iris planifolia AzulUna de las plantas más abundantes en la Sierra de Estepa (Sierra del Becerrero- Sevilla) es el lirio silvestre o lirio de invierno (Iris planifolia). La Sierra del Becerrero (Estepa, Gilena) actúa como isla de carácter subbético donde alcanza su óptimo estos lirios. Un paisaje de vital importancia desde el punto de vista ecológico, una isla en una zona dominada por los cultivos de olivar. Gran parte de esta serranía conserva la vegetación natural monte mediterráneo y como estrato arbóreo el bosque de pino carrasco.

Las flores y hojas nacen directamente del bulbo, sin tallos,esta planta da la nota de color en pleno invierno. La flor es capaz de resistir las heladas y escarchas de las mañanas invernales. Lo curioso es que la flor es de color azul, aunque en esta sierra aparece con multitud de tonos, incluso blanco.

Lirio de invierno
Lirio de invierno

 

Estas son flores sin clorofila, albinismo floral, así carecen de sus vivos colores habituales pero da un tono original al monte, donde muestran una densidad extraordinaria. Según la bibliografía las flores albinas o hipocromáticas no es un fenómeno común aunque localmente abundante como ocurre en la Sierra de Estepa.

Esto nos demuestra el valor de esta serranía en cuanto a su diversidad genética, una herramienta necesaria para la conservación de todas las plantas que nos rodea y sus ecosistemas.

Iris planifolia albino
Lirio blanco
Iris planifolia albino
Iris planifolia albino
Iris planifolia albino
Lirio blanco

Lirio Sierra de Estepa

Viaje a Escocia. Parque Nacional de Cairngoms

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A principios de septiembre viajamos al norte de Escocia, en busca de naturaleza salvaje en las Highlands. El primer destino elegido fue el Parque Nacional de Cairngoms, el parque nacional más extenso de todo Reino Unido, recibe el nombre de la cadena montañosa que aloja, donde se encuentra cuatro de los cinco picos más altos de Escocia.

Un paraíso que alberga un buen número de ecosistemas: un extenso bosque autóctono, de los únicos bosques primarios que quedan en Reino Unido, lagos y ríos con abundante vegetación de ribera, enormes extensiones de brezo y zonas de montaña, de hecho aquí se encuentra Ben Macdhui con 1309 metros es la segunda cumbre más alta de Reino Unido.

Dos días por estas tierras buscando naturaleza salvaje y paisajes de otro tiempo. la lista de aves vistas y oídas es extensa, hasta 37 especies, algunas de las cuales las vimos por primera vez:

Graja, petirrojo europeo, golondrina común, ánade real, avión común, corneja cenicienta, cuervo, grajilla, zorzal charlo, zorzal común, herrerillo común, herrerillo capuchino, carbonero garrapinos, carbonero común, perdiz roja, serreta mediana, bisbita pratense, lavandera blanca, acentor común, lagópodo escocés, collalba gris, mirlo común, mirlo capiblanco, reyezuelo sencillo, agateador norteño, pinzón vulgar, busardo ratonero, esmerejón, faisán vulgar, lavandera cascadeña, bisbita arbóreo, mito, gorrión común, paloma torcaz, zampullín común, garza real y pardillo sicerín.

En cuanto a otros animales este parque cuenta con una gran población de gato montés, además de tejones, corzos, ciervos, ardillas rojas o anfibios como la rana bermeja.

Estos parajes albergan un buen número de flora, incluido varios endemismos, bosques de pinos silvestres, extensiones de brezos (Como Erica cinerea y Erica tetralix), robles (Como Quercus petraea y Quercus robur), mostajos, servales y, por supuesto, cardos como el Cirsium vulgare, emblema de Escocia. Otras plantas muy curiosas, que comparten un ecosistema similar, el de turberas, son los musgos de turbera, la carnívoras tirañas (Pinguicula vulgaris) y droseras (Drosera sp.)

 

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